La prevención de riesgos laborales lleva ofreciéndose de la misma manera quizás durante demasiado tiempo. Por eso, la innovación no es una cuestión de capricho, sino más bien una necesidad. Adaptarse a los tiempos, sobre todo tras el periodo 2020-21, supone ofrecer una nueva forma de hacer prevención.

 Los nuevos retos por asumir

Si hay algo que queda claro tras estos momentos tan extraños y que tanto han transformado nuestras vidas, no es otra que la de la realidad del teletrabajo. Bien es cierto que se han adoptado medidas algo forzadas, pero también ha servido de piedra de toque. Otra manera de trabajar es posible.

Pero, claro está, no solo hay que legislar sobre ello, cosa que se ha hecho ya en nuestro país, sino prevenir en este ámbito. Pongamos como ejemplo el Capítulo 3, sección 4, artículo 16 del Real Decreto Ley:

“La evaluación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva del trabajo a distancia deberán tener en cuenta los riesgos característicos de esta modalidad de trabajo, poniendo especial atención en los factores psicosociales, ergonómicos y organizativos.”

 Supone una llamada de atención sobre cómo los cambios ya están aquí. E innovar en prevención de riesgos laborales no es un capricho. Nuevas necesidades generan nuevos retos que debemos atender. Por poner otro caso, la prevención no solo ha de atender ahora a los posibles problemas físicos derivados de un accidente o de haber realizado mal una tarea. El factor emocional cuenta y tiene el mismo peso específico.

Por otro lado, nuestra sociedad va camino de convertirse en un escenario plenamente digital. ¿Afecta a la prevención de riesgos en el trabajo? No cabe duda de que sí, porque impera otra manera de hacer trabajar en PRL.

Innovación y prevención: El binomio adecuado

 No se trabaja en prevención laboral tal y como hace 20 años, pero los cambios se han acelerado con la implementación de la tecnología. Por ejemplo, en la formación se han desarrollado escenarios en los que el discente elabora su propio aprendizaje a su ritmo, teniendo a su disposición una buena paleta de recursos. Desde tutorías con el docente a poder ver los contenidos todas las veces que se deseen.

El propio hecho de que cada uno de nosotros posea un smartphone, que no es más que un pequeño ordenador de bolsillo, nos posibilita aprovecharnos de las ventajas de la digitalización en tiempo real. De esta forma, y es solo por poner un ejemplo, alguien puede tener a mano un plano de una instalación en su dispositivo. O consultar rápidamente cuál es el proceso que se debe seguir en caso de accidente.

Aprovecharse de las ventajas que nos proporciona la tecnología ya es de por sí innovar. Es el momento de abandonar viejas propuestas que, si bien funcionaron en su momento, ahora han de quedarse a un lado.

La innovación en Prevención de Riesgos Laborales permitirá una mejor asimilación de contenidos, una respuesta más rápida por parte del trabajador en caso de necesidad y una atención acorde a los tiempos que corren. Todos salen ganando con esta propuesta de innovación, tanto la empresa como los empleados. En eficacia, gestión y, cómo no, en el plano económico.

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